Hablemos de la generosidad – La Cueva del Ángel


Hablemos de la generosidad

, POR Ma. Carmen Calderón

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Hablemos de la generosidad

Dar es un acto de desprendimiento, no sólo de lo material, sino de uno mismo, como una liberación.

Nadie te puede obligar a ser generoso; si te obligan, ya no es una acción generosa.

¿Por qué es tan fácil notar la falta de generosidad en los otros y no en nosotros mismos? ¿Qué implica ser generoso?

Generosidad siempre implica dar. El dar es el acto propio de la generosidad.

La generosidad es una acción que detona una conducta completamente personal y subjetiva de carácter consciente en donde lo vital es la disposición de quien la va a llevar a cabo. Tú tienes que ser consciente de tu generosidad, es un claro ejercicio de autoconciencia.

La generosidad puede ayudar a moderar y a descubrir la bondad del acto a realizar para alcanzar su objetivo, ya que busca el bien.

Nadie te puede obligar a ser generoso; si te obligan, ya no es una acción generosa, no puede haber coacción. Nunca implica ninguna obligación de carácter legal.

El verdadero sentido de la generosidad es con uno mismo, no hay ningún deber extrínseco. Consiste en dar un bien al otro, lo que implica una disposición y un desprendimiento interior que también tiene que ver con los afectos y las pasiones, los cuales a su vez se relacionan con nuestra voluntad. ¿Cómo moderas tus afectos y tus pasiones?

Ese desprendimiento no sólo se refiere al ámbito material, sino a la capacidad de desprendimiento de uno mismo, es una especie de liberalización interna, que si bien tiene que ver con la valoración de uno mismo, las exigencias personales, las necesidades familiares y sociales en función del contexto histórico y sociológico, siempre trata de buscar una correcta administración de todo tipo de posesiones, ya que la generosidad, en tanto virtud, siempre realiza un bien moral de manera consciente.

Por eso, la generosidad, que Santo Tomás sí consideraba una virtud, afecta la relación entre los hombres dependiendo del apego con que el poseedor del bien disponga de ellos.

Está íntimamente relacionada con la justicia en tanto que busca dar a cada quien lo suyo, lo justo, por eso, “la generosidad no se debe estimar por la cantidad sino por el afecto con que se da”, por tanto, la pregunta será:

¿Qué tan generoso eres?

La generosidad también es un acto de justicia, en tanto que busca dar a cada quien lo suyo, lo justo, lo que le corresponde.

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