Comencemos con unas preguntas: ¿Nos estamos acercando a la espiritualidad cuántica? ¿Algún día uniremos la ciencia con las tradiciones místicas? ¿Dios será, cada día, más objeto de ciencia y no de religión? Ya tenemos tres grandes preguntas y todavía no iniciamos este breve apunte.

Actualmente la mayoría de los científicos no creen en la espiritualidad de ningún tipo. El Dalai Lama nos dice que la visión mecanicista del mundo está muerta y que eso ocurrió justamente cuando nació la física cuántica en el año de 1920.

La física cuántica nos dice que los objetos son posibilidades para que la conciencia elija y eso es la base de toda la existencia. Dentro de este marco la reencarnación es posible si entendemos que la conciencia es algo que no puede morir y es algo que continúa.

El materialismo científico se basa en un único nivel de realidad en el que la materia se mueve en el espacio-tiempo y lo que se ve es lo que hay, y no hay nada más. Pero las tradiciones religiosas dicen que hay dos niveles de realidad: uno trascendente y otro inmanente, y así el alma puede existir.

La física cuántica dice que un electrón puede estar en toda una habitación y aun verse en un solo lugar; lo anterior sugiere que al morir podemos manifestarnos en otro nivel, por ejemplo en la experiencia de otra persona, y esto nos dice que ya va siendo tiempo de abandonar algunos de los conceptos newtonianos, como el de que la realidad es solamente física y aceptar de que la conciencia es el fundamento del ser y la materia es solamente una posibilidad dentro de la conciencia; entonces la conciencia es la que elige, y una de las posibilidades se convierte en un hecho justamente cuando es elegido.

La física cuántica nos dice que podemos virtualmente hacer cualquier cosa convirtiendo las posibilidades en hechos reales… Por eso puede ser que la cuántica —y eso es solamente un quizás— logre unir la ciencia con la espiritualidad.