Vivir una vida balanceada y plena es el primer paso para ser un buen líder. Sin embargo, la mayoría de nosotros sigue viviéndola como se presenta, con poca o ninguna intencionalidad.
Cuando alguien me pregunta cómo encuentro un balance entre mi negocio y mi vida, normalmente contesto: ¿Acaso tu negocio no forma parte de tu vida?

Llevo años preguntándole a la gente, tanto en foros públicos como privados: del 1 al 10, ¿qué tan claro tienes hacia dónde vas en tu vida? El promedio de las calificaciones que recibo está entre 6 y 7, lo que indica que la mayoría de las personas todavía tiene mucho trabajo por hacer para visualizar sus vidas.

Diversos estudios conducidos por Gallup arrojan hallazgos sumamente interesantes, algunos publicados en sus libros Wellbeing y Strengthsfinder, entre los cuales destacan:

• El bienestar real proviene de la satisfacción combinada en cinco áreas de nuestras vidas: trabajo, dinero, salud, vida social y comunidad.
• Tan sólo 7% de las personas es capaz de optimizar su vida en los cinco aspectos del bienestar.
• Contrariamente a lo que podríamos pensar, la satisfacción en el trabajo es la que tiene mayor efecto en tu felicidad y, por ende, en tu bienestar.
• Las personas conscientes de sus fortalezas y que las utilizan profesionalmente están hasta seis veces más comprometidas con sus trabajos y, a la vez, gozan de hasta tres veces más calidad de vida.
• Desafortunadamente, tan sólo 33% de los encuestados dijo que en su trabajo le dan la oportunidad de desempeñarse en lo que mejor sabe hacer.

Pero, ¿cómo podemos comenzar a mejorar nuestro balance y bienestar en la vida? La clave está en aprender a vivir de manera consciente. Tenemos en promedio 60,000 pensamientos al día, los cuales son prácticamente imposibles de controlar en su totalidad, porque la mayoría de ellos se va a nuestro inconsciente. Sin embargo, sí podemos aprender a controlar algunos de ellos.

Digamos que estás pensando en comprar un automóvil. ¿Has notado cómo de pronto empiezas a ver por todos lados esa marca y modelo? Esto sucede porque la compra de un auto normalmente es un evento mayor en nuestras vidas, de manera que nuestra mente se encarga de mantenerlo en la parte consciente. Al proceso anterior se le llama sistema de activación reticular, porque es precisamente la retícula, una parte de nuestro cerebro, la encargada de clasificar los pensamientos. Los que considera relevantes los hace conscientes.

Nos enfocamos en lo que pensamos que necesitamos. Puede haber todo el tiempo algo ahí para nosotros, pero sólo nos damos cuenta cuando lo declaramos como algo importante. En los negocios, como en cualquier otra área de nuestras vidas, las cosas empiezan a revelarse por sí mismas en cuanto alcanzamos cierta claridad acerca de lo que queremos y hacia dónde queremos ir.
Es importante aprender a ajustar nuestro sistema de activación reticular para empezar a ver las oportunidades que se dirigen hacia nosotros. En la medida en que nos volvemos conscientes de nuestra visión, tales oportunidades parecerán estar por todos lados.

He aquí siete pasos con los que podrás comenzar a balancear y dar plenitud a tu vida:

1. Asume un pensamiento de gratitud. Ser agradecido es bueno para la salud. A medida que hagamos conscientes las cosas que agradecemos en la vida, desarrollaremos la capacidad de replicarlas.
2. Elabora una lista de aspiraciones y deseos. Piensa en las cosas que quieres hacer —ya sea personales, profesionales o cualesquiera otras— y simplemente escríbelas.
3. Sé consciente de tus valores personales: son aquellos ideales y perspectivas que determinan qué es lo que realmente te importa y de qué manera vives tu vida. Ser consciente de esos valores y vivir acorde con ellos te dará tranquilidad mental y realización.
4. Reflexiona sobre tu propósito de vida. El primer paso es comprender nuestros dones y talentos naturales. Para aproximarnos a esto, sugiero que reflexiones acerca de situaciones a lo largo de tu vida en las que haya experimentado éxito y realización personal.
5. Desarrolla un diagnóstico de tu vida. Divídelo en áreas y asigna una calificación (del 0 al 10) en función del nivel de satisfacción que tiene en cada una de las áreas. Una vez consciente de tus valores y propósito de vida, podrás darte cuenta de que la satisfacción proviene de vivir nuestros valores en cada una de las áreas que hayas identificado.
6. Reimagina su vida. Analiza cada una de las áreas que definiste en el punto anterior y piense en lo que aspiras a ser, hacer y tener. Estos son tus deseos y sueños, lo que también se conoce como aspiraciones.
7. Asume tus responsabilidades. Identifica qué áreas de tu vida tienen mayor efecto sobre las demás y comienza a trabajar en ellas. Define prioridades y convierte tus aspiraciones en objetivos y metas cuantificables y medibles.