Desde hace unos años, el papel de las mascotas en la vida de sus dueños ya no es el mismo. En la década de los ochenta, la mayoría eran vistas sólo como compañía o guardianes de las familias, animales que no tenían necesidad de recibir cuidados especiales y, en muchos casos, se les mantenía aisladas en patios y azoteas, comían las sobras y muy rara vez visitaban al veterinario.

Nada es igual ahora. Tener una mascota se ha convertido en una práctica cada vez más extendida en México. Las personas se pasean con ellas en parques y avenidas, publican sus fotos en redes sociales y hay incluso quien las lleva de vacaciones, al trabajo o a restaurantes.

Expertos en el mercado de las mascotas coinciden en que desde hace poco más de 20 años se inició en nuestro país el fenómeno de la humanización de los animales. Perros que van al gimnasio o a la guardería, usan ropa y pasean en carreolas costosas. Gatos que cuentan con habitaciones propias, usan zapatos y tienen un seguro de gastos médicos. Incluso conejos y cuyos que comen alimentos premium y que van a la estética. Los ejemplos sobran y son cada vez más variados y pintorescos.

A las mascotas se les ve cada vez más como parte de la familia, dice Pablo Pedrejón, director general de Petsy.mx, una empresa que comercializa productos para mascotas por internet. Pedrejón identifica el inicio del fenómeno de la humanización a partir de la apertura de tiendas que comercializan alimento exclusivo para mascotas. “Todo comenzó con la venta de comida específica para mascotas —explica Pedrejón—, se les dejó de dar parte del filete del plato de la persona y se les empezó a comprar su propio alimento”.

Sin embargo, Yitzhak López, gerente de la guardería y hotel para perros Caninomondo, afirma que en los últimos 15 años se dio un verdadero cambio en el proceso de humanización. La razón, más allá del mercado, se encuentra en un cambio social importante: las parejas tardan más tiempo en casarse y tener hijos. En 1995, las mujeres se casaban a los 19 años y los hombres a los 22. Hoy, la edad promedio en que las mujeres se casan es a los 27 años, mientras que en el caso de los hombres es a los 29, según datos del INEGI. respecto de la edad en que las mexicanas tienen su primer hijo, se tiene el registro de que en 1970 era entre los 15 y 20 años. Hasta 2013, la edad promedio —de acuerdo con el INEGI— era de entre 20 y 24 años.

A veces sustituyen a los hijos con las mascotas —dice López—. La mayoría de los clientes que trata a las mascotas como niños se acaban de casar y no tienen hijos o son solteros. Ellos tienen la capacidad económica para dar cuidados especiales a los animales.”
No obstante, Ana del Carmen Romero, maestra de psicología por parte del centro Universitario Emmanuel Kant (CUEK), asegura que la humanización de los animales no sólo es resultado de postergar la decisión de casarse o tener hijos. “En general, cada día estamos más aislados, hablamos y escuchamos menos”, detalla. “Las mascotas son esos lubricantes sociales que facilitan la interacción social, cubren muchas necesidades y calman los vacíos internos”.

Un mercado en crisis

Dentro de la bolsa hay alfalfa exclusiva para cuyos. Así lo dice el empaque. Pero el contenido no se asemeja mucho a la típica planta verde recién cortada que suelen comer los animales de campo. Son, más bien, pequeñas golosinas sofisticadas, de alfalfa con frambuesa y suplementos de vitaminas.

Karen Santamaría compra a su cuyo Ronie estas golosinas, para “vitaminarlo y premiarlo cuando se porta bien”. Y no es lo único que esta joven de 31 años está dispuesta a hacer por su mascota para consentirla. Desde hace un año, cada dos meses, visita una tienda de mascotas para adquirir alimento, vitaminas o juguetes masticables. “Ahorro para hacer esos gastos, pero valen la pena porque Ronie vive bien, como merece”, dice Santamaría, quien es soltera y trabaja como asistente financiera. “en promedio gasto unos 450 o 500 pesos cada vez que voy”.

La compañía estadounidense Petco llegó a México en octubre de 2013, atraída por el perfil del consumidor y el tamaño del mercado. Alejandro Ahuad, director general de la empresa en el país, asegura que el comprador de productos de mascotas mexicano es alguien dispuesto a probar de todo con tal de consentir a sus animales. “Es un consumidor que quiere aprender, quiere tratar mejor a su mascota para que tenga una larga vida con buena calidad”, explica el director.

A pesar de que en México no existe un censo de mascotas, las asociaciones de médicos veterinarios estiman que hay entre 23 y 28 millones de animales, sobre todo perros y gatos. De acuerdo con Pablo Pedrejón, quien ha realizado estudios de mercado al respecto, el de mascotas nacional está valuado en 2,700 millones de dólares y ha registrado un crecimiento constante en los últimos seis años de entre 10 y 13% anual.

Este mercado es de los pocos sectores en México que no se vio afectado a raíz de la crisis económica de 2008. “Los dueños de mascotas son clientes muy fieles, no importa que graven con IVA el alimento o haya crisis”, dice carlos Ayala, auxiliar veterinario en Animal Medical Center.

Los consumidores están cada vez más preocupados de que sus mascotas tengan una alimentación balanceada. Arturo Guzmán, por ejemplo, le compra a su perro Pinky, un chihuahua cabeza de venado, la misma marca de croquetas premium desde 2005. “Aunque ha subido el precio no he querido cambiársela —cuenta el joven de 25 años—, porque puede resultar peor, hasta puede enfermarse”. La bolsa de alimento con dos kilogramos le cuesta 170 pesos y compra una cada dos semanas. A su vez, cada año lo vacuna, lo lleva a la estética una vez al mes y, cuando se va de vacaciones, lo hospeda en un hotel para perros que le cobra 230 pesos la noche.

Por su parte, la académica del CUEK explica que gran parte de los dueños compran productos exclusivos para sus mascotas con el fin de satisfacer necesidades propias. “en la medida en que no pueden calmar su vacío, calman las necesidades del otro”, agrega.

En la encuesta “Las mascotas en nuestros hogares 2014”, realizada por Consulta Mitofsky, la casa encuestadora identifica que el centro del país es la zona que mayor número de mascotas registra, mientras que la región noreste es la que cuenta con menor cantidad.